El sábado me fui de turismo. Como ya había estado en Londres (hace muchos años) y como siempre que se ven fotos es de lo mismo, decidí empezar por zonas menos conocidas. Y fue lo mejor que pude hacer. Londres ahora mismo es un caos, está tomado por turistas y por grupos de chavales que siguen a sus monitores. Para que os hagais una idea, en Victoria Station había tanto follón, que por los altavoces pidieron que entrara la gente sin pagar y que pagaran al salir. Lo más llamativo es que lo dijeron sólo en castellano.

El caso es que este canal antes se usaba para transportar mercancías, pero ahora tiene dos usos: deportes náuticos y, lo mejor de todo, porque en él vive muchísima gente. En barcos. Son barcos largos, algunos muy bonitos. Y son graciosos porque de verdad son casas, con sus cortinas de encaje, con plantas en la puerta o en el techo... En las dos orillas del canal hay paseos, sin apenas turistas, aunque todo el rato te encuentras a personas en bici o haciendo footing. Es tan tranquilo que cuando tienes que salir a la calle te sorprende recordar que estás en Londres.
A medio camino me desvié para visitar el barrio de Marylebone, que es antiguo, y de casas de gente rica, muy bonitas. El arquitecto Nash


Después de todo el día, Candem supuso un cambio radical. Estaba lleno de gente. Hay puestos de comida y ropa por todas partes, y por la acera no puedes caminar recto. De Candem hablaré otro día, porque auí no pega y porque tengo que verlo más despacio.
Para terminar, subo una foto que es de esas que me da por hacer cuando me aburro y que sólo me gustan a mí.

1 comentario:
Gracias por el paseo Belén
Publicar un comentario