miércoles, 24 de agosto de 2011

Mi casa en Londres

Hace dos semanas y media que me mude y ya va siendo hora de que os cuente cosas sobre la casa y mi vida aquí. Vivo en una calle residencial, en una casa típicamente inglesa, de las que tienen 4 plantas en total (incluyendo el sótano). El sótano y el bajo (donde vive mi casero, que resulta que es español) tienen acceso al jardín, que es bastante grande y esta muy cuidado. Yo vivo en la primera planta y encima de mí hay otra más, en la que vive una chica.
Para llegar a mi casa hay que subir por una escalera bastante empinada, enmoquetada. Toda la casa, como era de esperar, tiene moqueta, pero por suerte no la hay ni en la cocina ni en el baño. El piso es amplio, sobre todo mi habitación. Para ser sincera, el día que entré y vi los muebles, las cortinas, etc, me dio un poco de bajón. No hay nada que pegue con nada, y los muebles son bastante antiguos y feos. Los cuadros son raros y las cortinas, mejor olvidarlas. Pero entonces Oscar me dijo que me lo tomara como un reto, y eso he hecho. Como solo voy a estar unos meses, no me merecía la pena comprar muebles, así que me he centrado en conseguir que lo que no me gusta no se vea. He quitado las cosas que más grima me daban y las he metido en la habitacion pequeña (que ahora se llama cuarto de los horrores), he comprado telas en Candem para cubrir el sofá y la mesa y he puesto una alfombra naranja en medio del salón. La lámpara china (que tiene un dragón alrededor del pie) la he dejado porque me hace mucha gracia. Sigue sin pegar nada con nada (ahora incluso menos), pero hay tantas cosas que llaman la atención que es difícil fijarse en las cortinas.
Lo mejor de la casa son los ventanales y la luz que hay. Por las mañanas da el sol (el día que sale, claro) en mi cuarto y la cocina. Así que desayuno en la cocina (de pie, si metiese una silla ya no podría entrar yo) mirando el jardín, porque muchos días vienen a jugar 3 zorros y me entretiene mucho verlos. Una vez vino una ardilla muy graciosa a la que le daba miedo bajar del árbol, aunque al final se atrevió a explorar rápidamente un poco de césped.
Ya tengo internet y este finde me traerán una tele que he alquilado. No sabía si coger una o no, pero esta semana me llego una carta diciendo que sabían que no había pagado la licencia de televisión (aquí se paga por ver la tele publica) y que me iban a investigar, y que como tuviese ordenador, Smartphone, o consola se me iba a caer el pelo. Por un momento me imagine a un comando echando la puerta abajo y registrando la casa mientras yo tiraba el portatil por la ventana, así que he decidido evitarme problemas y he pagado. Y ya que estoy, pues he alquilado la tele, claro, que resulta que sale más barata que la licencia…

Las fotos son de hace un par de fines de semana. La estatua esta dedicada a las mujeres de la segunda Guerra Mundial y la calle de la foto en sepia esta cerca del Soho, es una callecita pequeña en la que todo son librerias y tiendas de grabados muy curiosas.

1 comentario:

Oscar Soler dijo...

un articulo genial. m he divertido leyendolo. este finde comprobaremos si las cortinas pasan desapercibidas.
la foto n b&n me encanta